En la carrera de la tecnología de productos vestibles o usables –en inglés wearables–, los anillos inteligentes son la última novedad. "Conectados a una computadora, televisor u otro aparato mediante tecnología Bluetooth, permiten al usuario dar órdenes con el simple movimiento de un dedo”, según BBC Mundo.
Muchos de estos productos han buscado presupuesto en sitios de financiamiento colectivo como Kickstarter y recaudan cifras muy superiores a las sumas que se esperaban, lo que habla de un entusiasmo del público, o los inversores, en estos nuevos productos.
Las aplicaciones de los anillos son variadas: van desde el deporte -monitoreo de actividades y posibilidad de controlar con el dedo la música que uno escucha en los auriculares-, presentaciones de oficina, control remoto de los aparatos de la casa o la ayuda a personas con discapacidades.
El exingeniero de Google Anush Elangovan desarrolló el anillo Nod. "Permite interactuar con todo lo que haya alrededor”, resume.
El dispositivo se puede encargar por 150 dólares y su idea, dice, es ofrecer interacciones más fluidas y naturales que las que permiten las tecnologías alternativas de gestos o las de software de control de voz, como las gafas Google Glass.
Elangovan le explica a la BBC que Nod permite escribir mensajes en el aire y abrir la puerta del garaje, entre otras aplicaciones. Además dice ser la manera perfecta para leer libros electrónicos en el televisor.
Pero Nod no es el único. Una multitud de anillos -entre ellos Fin, Ring y WondeRing- ofrecen funciones y precios parecidos.
El futuro de los accesorios inteligentes aún es un misterio. Para muchos usuarios, inversores y sitios especializados es la última sensación, mientras que los críticos dicen que son flor de un día y que no lograrán un consumo masivo.
Relojes inteligentes, pulseras deportivas, anteojos que toman fotos, la lista de dispositivos vestibles crece día a día y este año está sonando más fuerte que nunca.
Ésta es una industria desesperada por vendernos "la nueva maravilla indispensable”, lo último de lo último. Y ve en nuestras muñecas, ojos y otras partes de nuestros cuerpos -¿anillos inteligentes para mi dedo anular, por ejemplo?- tierra fértil para colocar su próxima creación, ahora que los teléfonos inteligentes están maduros y las tabletas se han vuelto ubicuas.
Para Elangoven, "es la evolución del futuro” y lo compara con la creación de las computadoras o el advenimiento de los teléfonos inteligentes.
Como dice el bloguero de tecnología de BBC Mundo David Cuen, "en el fondo es probable que sea más fácil explicar el súbito entusiasmo con dos simples razones: la tecnología es cada vez más personal y el mercado móvil está saturado”.
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