Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición de España están probando la efectividad de camisetas 'inteligentes' como herramienta de control del peso, que vendría a asemejarle a los clásicos calorímetros, utilizados en la instauración y el seguimiento terapéutico, ya que ayudan a adaptar el ejercicio a las características del niño.
Estas nuevas prendas, "cómodas y ligeras", incorporan sensores en su tejido que recogen continuamente parámetros cardiacos y respiratorios tanto en relajamiento corporal como durante la práctica de ejercicio físico. Estos parámetros son registrados por telemonitorización sin cables.
"La sencillez de su funcionamiento convierte esta herramienta en candidata idónea para un gran número de aplicaciones fisiopatológicas y clínicas, no solo en el campo de la obesidad sino en otros muchos ámbitos donde el ejercicio físico es un elemento esencial", destaca el centro investigador.
Ejercicio a la medida
Las mediciones de la actividad cardiaca y pulmonar en tiempo real son exitosas. La clave de este programa está en su diseño individualizado para dar respuesta a las necesidades y características de cada paciente, evitando que una pauta genérica sea ineficaz e incluso llegue a ser contraproducente para la salud de los niños.
"No se trata solo de desarrollar actividad física, sino de hacerlo de acuerdo con lo que nuestro cuerpo, por constitución, capacidad y resistencia física, puede soportar y necesita para mantener su equilibrio", sostiene la doctora Empar Lurbe, del Hospital General Universitario de Valencia, coordinadora del estudio.
Esta pauta se elabora teniendo en cuenta parámetros antropométricos y bioquímicos y, de manera especial, la medición de la función cardiorrespiratoria de los más pequeños. Este control se hace con los incómodos calorímetros que los pacientes deben usar. El calorímetro mide la cantidad de energía que el cuerpo desprende o recibe.
En Suiza se han realizado pruebas con pacientes saludables. Si bien el tejido creado por el Centro Suizo de Microingeniería no ha sido comercializado, se espera que pronto su uso se popularice
Escuela y padres, claves de prevención
La obesidad suele rondar a algunas familias. Los hermanos mayores en una casa donde hay dos hijos con un progenitor obeso tienen más del doble de probabilidades de ser obesos.
Sin embargo, tener un hermano mayor obeso puede hacer que ese riesgo sea más de cinco veces mayor para el hermano pequeño, tanto si los padres son obesos como si no lo son, según una investigación realizada en la Universidad de Durham (EEUU).
El hijo más pequeño en un hogar con dos hijos tiene 11,4 veces más probabilidades de ser obeso si el hermano mayor lo es. Si el hermano mayor es una chica, el varón tiene 6,6 veces más probabilidades de ser obeso.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que las escuelas impartan conocimientos de nutrición a los alumnos y que estimulen la realización de ejercicios físicos también para los profesores. Debe haber alimentos saludables para los estudiantes y usar los jardines para concienciarlos sobre el origen de esos alimentos.
También se pueden usar medios de transporte no motorizados para ir a clases. Las máquinas expendedoras deben proporcionar solo alimentos saludables.
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