La Empresa SRI, en el documento descrito, menciona que algunas de las tendencias más populares al interior del Internet de las cosas son: (1) Los teléfonos móviles como “ventanas de las cosas cotidianas”. Los dispositivos móviles como teléfonos y PDAs pueden mostrar información acerca de los objetos etiquetados con códigos de barras y etiquetas RFID, gracias a la incorporación de lectores y cámaras. Estos dispositivos pueden conectarse con los servidores vía Internet u otros protocolos para identificar: Personas, lugares y objetos. Así, un teléfono podría mostrar detalles sobre un producto identificado: Atributos, origen, precio, garantía, opiniones, su manual de usuario, dónde comprarlo, cómo reciclar, etc. (2) Los teléfonos móviles como “los mandos a distancia del entorno”. Entre los usos comunes de los teléfonos móviles en países como Japón ya se encuentran tareas como la realización de pagos y el uso como mandos a distancia para equipos multimedia. Los teléfonos pueden convertirse también en un medio para controlar cualquier dispositivo cercano o lejano como pueden ser cerraduras, sistemas de seguridad, luces, etc. (3) La monitorización continua y la medición. A través de sensores resulta posible identificar, almacenar información y monitorizar características de personas u objetos. Esta monitorización hace posible automatizar labores de supervisión, gestión e inventariado, etc. Algunos productos alimenticios llevan chips que contienen información acerca de su identidad, elaboración, lugares en que ha sido almacenado incluso sensores de frescura. Estos chips pueden ser leídos automáticamente por dispositivos a los que les transmiten su información útil, lo que facilita enormemente las labores de transporte, gestión e inventariado. (4) Localización de las cosas. La capacidad de localización en lugares cerrados y otros avances tecnológicos como la miniaturización prometen aumentar la variedad de objetos que pueden informar de su localización, incluyendo: Llaves, billeteras, gafas, joyas, y herramientas. Esta evolución de la capacidad de localizar objetos podría conducir a cambios en los paradigmas de presentación y almacenamiento.
Carabelea y Boissier, en el artículo publicado el año 2003 titulado “Plataformas multiagente sobre dispositivos pequeños: Sueño o realidad?” complementan el documento de análisis sobre Internet de las cosas de la Empresa SRI, señalando que las tendencias más populares son: (5) Pronósticos para el mantenimiento de vehículos y maquinaria. El continuo seguimiento permite establecer un nuevo paradigma en el mantenimiento de vehículos y maquinaria industrial. En lugar de llevar a cabo el mantenimiento en los intervalos especificados, las organizaciones pueden realizar el mantenimiento cuando sea necesario. Los sensores pueden advertir a los técnicos cuando hay que realizar alguna revisión y, a su vez, micrófonos incorporados cerca de los puntos clave de las máquinas pueden detectar sonidos que indican un desgaste excesivo. Los sensores de lecturas pueden combinarse con los registros de servicios, creando bases de datos de predicción de mantenimiento; y a partir de estos datos deducir algoritmos que podrían prever problemas de fiabilidad y reducir el costo de mantenimiento. Por lo tanto, vehículos, generadores eléctricos, equipo industrial, y demás tipos de maquinaria serán pronto candidatos a formar parte del Internet de las cosas. (6) Servicios de salud y asistencia. Sensores que monitorizan la actividad de los pacientes, incluso cuando estos se encuentran fuera del hospital. Los sensores en camas, suelos y cañerías pueden ser de gran ayuda para cuidar a las personas. La universidad de Virginia desarrolla el proyecto AlarmNet, consistente en la interconexión de redes con algunos objetos cotidianos como camas y suelos. Un sensor de presión en una cama detecta la frecuencia cardíaca, la respiración y el movimiento de la persona. Sensores en el suelo pueden detectar cuando una persona se cae y comunicárselo al hospital. (7) Control de elementos. En cualquier momento se podría acceder a los servicios ofrecidos por los objetos conectados a la red. Por ejemplo, desde el supermercado se podría preguntar al frigorífico inteligente que está conectado a la red si queda existencias de un determinado producto. (8) Automatizar el control de entornos abiertos con una gran incertidumbre. La comunicación directa entre objetos puede servir para reducir los efectos de problemas inesperados. Por ejemplo, si un coche detectase que ha sufrido un accidente podría comunicárselo a las señales de tráfico cercanas, haciendo que éstas se auto regulen, reduciendo la velocidad permitida y advirtiendo a los conductores cercanos del peligro.
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