Los pasos hacia la llamada internet de las cosas, que en inglés se conoce como IoT (Internet of Things), se dieron decididamente en el reciente Congreso Mundial del Móvil, en Barcelona. Esta reciente concepción de la tecnología supone convertir los objetos cotidianos en nuevas formas gracias a su conectividad a internet.
Millones de aparatos interactuando entre sí para evitar accidentes y facilitarnos la vida conforman una realidad que ya fue profetizada en 1999 por la gente del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Todos los equipos, todos
La plataforma para crear estos hogares inteligentes está en pleno desarrollo. Apple, que tradicionalmente está ausente de Barcelona, presentará en junio el protocolo de software Home Kit. Samsung (Samsung Smart Home) está perfeccionando una forma para integrar todos los equipos y artefactos de la casa en una sola red que se podrá controlar con mandos de voz o con dispositivos móviles. Varios fabricantes, como Bosch y LG, ya tienen aparatos que se conectan e interactúan con el usuario.
Ahora, la ciudad
El próximo paso es crear la ciudad conectada o ciudad inteligente. El concepto de ‘ciudad inteligente’ se ha asociado a la sostenibilidad.
Por eso, varias urbes se lanzaron hace tiempo a tomar medidas para ahorrar dinero y atraer a los turistas: células fotovoltaicas, sistemas de transporte limpios, uso de energía eólica y mejoras en sus sistemas de gobernanza.
Tokio, por ejemplo, perfeccionó su gestión social y puso énfasis en su capital humano. Zurich y Londres destacan en tecnología y proyección internacional.
En Latinoamérica, Bogotá creó el mejor sistema de rutas para bicicletas, con conexión al sistema de transporte masivo. En diez años tendrá un metro eléctrico subterráneo.
México es pionera en la construcción de edificios inteligentes y ya tiene más de 4.000 bicicletas públicas; Santiago se ha convertido en la ciudad menos corrupta y tiene el metro con mayor uso per cápita de la región; Curitiba es la ciudad más ecológica de Sudamérica, y su sistema de transporte con buses es envidiable. Finalmente, están Medellín, considerada la más innovadora hace un par de años, y Montevideo, que tiene la mejor calidad de vida de Sudamérica. Pero todo eso ya no es suficiente.
Un poco más allá
Si no se toman medidas drásticas el crecimiento económico y demográfico tendrá un impacto medioambiental y social sin precedentes. Teniendo en cuenta que la mayoría de la población se concentrará en las grandes ciudades, se hace indispensable superar el desafío de los más de 2.000 millones de habitantes adicionales para 2050.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, son cuatro los aspectos más urgentes que deben trabajar las ciudades: cambio climático, biodiversidad, agua potable y los impactos de la polución en la salud de los ciudadanos.
En la reciente versión del Congreso de Barcelona, las operadoras de telecomunicaciones Telefónica y Orange y las consultoras Engineering y Atos han creado la Comunidad Open Source Fiware para promover y apoyar el desarrollo de estándares para ciudades inteligentes. La iniciativa estará plenamente operativa en el segundo trimestre de este año. Cisco, IBM y MS desarrollaron soluciones e iniciativas para desarrollar la economía y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos
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