Apple optó ayer por un lanzamiento discreto para su reloj inteligente de pulsera Apple Watch, que se vendió solo en unas cuantas boutiques lujosas de todo el mundo pero no en las tiendas del gigante tecnológico, como es tradicional.
La estrategia de poner el reloj a la venta en tiendas de moda selectas en Los Ángeles, Londres, Tokio y París, además de en la web, eliminó el frenesí y las largas colas frente a las tiendas de Apple que caracterizan cada uno de los lanzamientos de nuevos productos de la empresa.
El contraste era evidente ayer en la tienda de Apple en Palo Alto, en la ciudad de San Francisco, un lugar emblemático al haber sido la residencia del fallecido fundador de Apple, Steve Jobs, y la tienda que con frecuencia visita el actual consejero delegado de la empresa, Tim Cook.
El Apple Watch, un reloj cuadrado de pantalla táctil, permite, cuando se usa conjuntamente con el teléfono inteligente de Apple, el iPhone, navegar por internet, comprobar el email, escuchar música y hacer llamadas, así como supervisar las calorías consumidas o el ritmo cardíaco.
Dentro de la tienda, un empleado explicaba que los interesados en probar el reloj podían probar uno de los 38 modelos disponibles y hacer el pedido después a través de internet. Apple ha sacado a la venta varios modelos fabricados en plástico, acero inoxidable y oro, cuyo precio oscila entre los 349 y los 17.000 dólares.
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