Conexiones con el corazón, la producción de sudor, actividad de ondas cerebrales y otras señales del cuerpo permitirán a las HoloLens decidir si deben intervenir y ofrecer ayuda a la persona que las usa.
Los expertos afirman que ese volumen de datos puede ser difícil de interpretar. Por eso, las HoloLens tienen 18 sensores que inundan el núcleo del dispositivo con terabytes de información cada segundo.
Solo puede resistir este embate con un procesador de información (CPU) y un procesador de gráficos integrados, y un HPU (unidad de procesamiento holográfico), que es el primero de su clase. Más que gafas es toda una computadora.
Si bien todavía no salieron a la venta, las HoloLens están diseñadas para superponer gráficos por computadora al entorno visual del usuario, y con ello ofrecer una experiencia de realidad mixta. Microsoft sugiere que la tecnología tiene el potencial de proporcionar una alternativa más inmersiva al monitor, teclado, ratón y pantallas táctiles a las que las personas se acostumbraron a operar.
El cuerpo, la herramienta
Esta tecnología, desde su conceptualización a la exploración, depende en sumo grado del estudio del cuerpo humano en general, y del cuerpo del usuario en particular, por medio del seguimiento de sus movimientos oculares, de la cabeza, el movimiento corporal y la voz. Todo el conjunto es necesario para generar un contenido óptimo para la nueva experiencia de la realidad aumentada.
La compañía dice que, añadiendo un sistema de sensores de datos biométricos, se puede identificar cuándo los usuarios requieren de una mayor asistencia, lo cual permitirá que el HoloLens informe de una ayuda al usuario sin que éste tenga que solicitarla.
Una persona puede experimentar estrés cuando tiene una dificultad en la realización de una determinada tarea, y su frustración va creciendo según el número de intentos fallidos por completar dicha actividad. HoloLens lo detectará.
Experimentar niveles altos de estrés puede inhibir la claridad del pensamiento y, en consecuencia, aumentar la dificultad de gestión para el éxito de la tarea o situación.
Buscar la ayuda en dispositivos electrónicos puede suponer una carga inconveniente a la persona. Para hacer frente a esta dificultad, el sistema de realidad aumentada determinará si el usuario está experimentado una respuesta de estrés, y el contenido de la ayuda al usuario estará presente a través del dispositivo de visualización ubicado en la cabeza.
Además del ritmo cardiaco, las gafas tendrán un oxímetro de pulso para detectar niveles de oxígeno en la sangre y un sensor electrodérmico y un electroencefalograma para registrar ondas cerebrales
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