Los resultados de un ensayo clínico, realizado durante tres años por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), demuestran la eficacia y la seguridad a largo plazo del llamado "ojo biónico", el dispositivo Argus II, que mejora la función visual y la calidad de vida de los afectados por retinosis pigmentaria, una enfermedad ocular rara e incurable, que causa la pérdida de la visión progresiva hasta la ceguera.
El dispositivo Argus II es un implante diseñado para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad. Consiste en una cámara de video en miniatura insertada en unas gafas que lleva el paciente y que envía las imágenes a una pequeña unidad de procesamiento de video computarizado que puede ser guardada en un bolsillo. Esta unidad transforma la imagen en señales eléctricas que se envían de forma inalámbrica a un dispositivo implantado en la retina y que manda al cerebro y éste las transforma en imágenes.
Sin embargo, no se conocía el impacto que el aparato podía tener en los pacientes a largo plazo. Los resultados de un estudio publicado en la revista "Ophthalmology" demuestran que Argus II es seguro y eficaz a largo plazo.
Opción válida
"Este estudio muestra que el sistema Argus II es una opción viable como tratamiento para las personas ciegas por retinosis pigmentaria y puede aportar un cambio significativo en su calidad de vida proporcionando un beneficio prolongado en el tiempo", indica Allen C. HO, investigador del hospital de oftalmología Wills Eye (Estados Unidos) y autor principal del estudio.
La investigación se llevó a cabo con 30 personas de entre 28 y 77 años en los Estados Unidos y Europa. Según el estudio, todos los participantes se encontraban en una fase de retinosis en la que habían perdido casi la totalidad de la visión.
La FDA encargó a un grupo de científicos independientes un test de evaluación de la visión reducida, (FLORA, por sus siglas en inglés), en el que los pacientes se sometían a pruebas de identificación y seguimiento de líneas en el suelo u objetos cotidianos, además de entrevistas sobre su experiencia con Argus II.
Casi un 90 por ciento mejoró su visión. Los resultados establecen que el 89 por ciento de los sujetos mejoró su función visual con el dispositivo. Además, el 80 por ciento de estos, en las entrevistas posteriores indicó que había mejorado su calidad de vida sin efectos adversos.
Efectos negativos
A lo largo de los tres años posteriores a la implantación de Argus II sólo 11 pacientes experimentaron algún acontecimiento negativo grave. La mayoría de estos sucedió tras la implantación y fue solucionada con éxito a excepción de un solo caso en el que se tuvo que retirar el implante.
"Espero que futuros estudios con esta tecnología posibiliten la expansión de la utilización de este producto para el tratamiento de otras enfermedades y lesiones en los ojos", concluye Allen C. HO.
Visión y calidad
El 89 por ciento de las personas sometidas al implante dijo que el dispositivo le ayudó a mejorar su función visual y el 80 por ciento de este porcentaje, indicó que le había mejorado su calidad de vida.
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