Un nuevo material podría recolectar luz solar de día, y liberar calor bajo demanda horas o días más tarde.
Imaginemos qué pasaría si nuestra ropa, a voluntad, liberara suficiente calor para mantenernos calientes y cómodos, permitiéndonos así permanecer a gusto en una sala más fría, y eventualmente no tener que poner en marcha la calefacción de esta. O también si dispusiéramos de un automóvil cuyo parabrisas almacenase la energía de los rayos del Sol recibidos durante el día y después la liberase a conveniencia nuestra, por ejemplo como una ráfaga intensa de calor para fundir una capa de hielo formada durante la noche.
Según unos investigadores, ambos escenarios podrían ser posibles muy pronto, gracias a un nuevo material que puede absorber energía solar durante el día y almacenarla para liberarla más tarde como calor, cuando se la necesite. Esta película transparente de polímero podría ser aplicada a muchas superficies diferentes, desde el cristal de una ventana hasta una prenda de vestir.
Aunque el Sol es una fuente de energía prácticamente inagotable, solo está disponible cerca de la mitad del tiempo que la necesitamos, durante las horas diurnas. Para que el Sol se convierta en un proveedor principal de energía para las necesidades humanas, debemos disponer de un modo eficiente de guardarla para poder usarla durante la noche y en días muy nublados. La mayoría de los esfuerzos en este sentido se han centrado en almacenar y convertir en electricidad la energía solar, pero el nuevo hallazgo podría proporcionar un método altamente eficiente para el almacenamiento de dicha energía a través de una reacción química, liberándola más tarde como calor.
Este avance tecnológico es obra del equipo de Jeffrey Grossman, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos.
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