miércoles, 8 de junio de 2016
Brazo biónico futurista, con mucha tecnología
La compañía de videojuegos japonesa Konami cruzó la barrera entre la ficción y la realidad al crear una prótesis biónica de aspecto futurista para James Young, un joven británico de 25 años, que perdió el brazo izquierdo y la mitad de su pierna izquierda en un accidente de tren hace algunos años.
Este brazo biónico está inspirado en el personaje "Snake" de Metal Gear Solid V de Konami, uno de los videojuegos de Konami.
La editora japonesa de videojuegos colaboró en la fabricación del brazo junto a la diseñadora Sophie de Oliveira Barata. Para su construcción, Barata trabajó con un grupo de ingenieros, especialistas en robótica.
El resultado es un miembro fabricado en titanio que es muy distinto a las prótesis básicas con un gancho, pinza o un garfio.
El brazo está equipado también de varias comodidades para Young. Desde su nueva muñeca puede cargar el smartphone gracias al puerto USB incorporado, mientras que también lleva un dron que podrá volar en cualquier momento (desmontable). La prótesis se ilumina en varios colores y determinadas funciones se controlan a través de comandos que se envían por los músculos del hombro. También cuenta con un reloj, luz láser y una linterna.
Este brazo biónico está conectado a los nervios de su cuerpo y a los músculos del hombro. Eso permite que por ejemplo la mano al final del brazo se comporte casi como una mano normal y le permita coger objetos tan pequeños como una moneda gracias a los comandos que los músculos del hombro envían a los sensores integrados en el brazo.
Este desarrollo es no obstante pesado -4,7 kg-, lo que hace que no pueda llevarlo todo el día, y las limitaciones de movimiento son aún importantes porque la forma en la que el brazo está conectado a su cuerpo lo impone. Este implante está en principio orientado a entornos militares, pero la empresa Open Bionics -responsable del diseño- está tratando de que la sanidad británica aproveche este trabajo para usarlo en otras personas con amputaciones de miembros.
No obstante, y a pesar de que los dedos son controlables, Young no puede controlar su nuevo brazo de forma independiente. Para lograrlo necesita una cara intervención llamada osteointegración. La operación uniría el brazo biónico a su hueso a través de titanio y tiene un coste bastante elevado. Para conseguirlo, Young recurrió a la plataforma de financiación GoFund, donde ya consiguió 32.000 libras de las 95.000 que pide para hacer realidad la posibilidad de controlar completamente su nuevo brazo.
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