La obsesión extrema por el bienestar y la adicción a la tecnología confluyen en una sola persona: Chris Dancy, un estadounidense de 45 años que se hace llamar ‘el hombre más conectado del mundo’ y que no puede vivir sin los datos precisos sobre lo que pasa en su cuerpo y su entorno.
Dancy tiene la extraña manía de medir todo a través de aparatos: tiene decenas de gadgets para no dejar ningún dato en el aire, por irrelevante que sea ante los ojos de cualquier otro mortal.
Hay accesorios que permiten medir lo que a uno se le ocurra, desde saber cuántas calorías se consumen o cuántos pasos se camina, hasta sensores que avisan cómo va el ritmo cardíaco, la temperatura del cuerpo y la calidad del sueño. Todo eso es posible en un mundo cada vez más conectado y Dancy es la prueba de ello: utiliza varios 'wereables' y los electrodomésticos en su casa son inteligentes, como el sistema de iluminación y una colcha con sensores que registra sus movimientos mientras duerme, señala el portal El Confidencial.
¿Un futuro lleno de robots?
En entrevista con el diario español ABC, Dancy aseguró que el ser humano ya navega en un mar de información sobre sí mismo gracias a la tecnología, pero que “ni siquiera se ha dado cuenta de que estamos en ese punto”, aunque reconoce que lo suyo es “un extremo”.
“En cinco años todos utilizaremos la información que nos proporcione nuestro cuerpo y nuestro entorno (...) En 20 años, eso habrá pasado a la historia y parte de nuestro cuerpo será tecnológico: un brazo, un ojo. Seremos mitad humanos mitad robots. En 50 años, ya nos habremos convertido totalmente en robots”, vaticina el hombre, mientras cronometra los latidos de su corazón.
Consultado sobre si vale la pena saber tanto, Dancy reconoce que ha perdido muchos amigos y que, si pudiera volviera atrás, se ‘desconectaría’ a tiempo. Por ahora, pese a que no se saca un solo gadget de encima, afirma que trata de ignorar algunos datos
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