En la actualidad tenemos distintos dispositivos móviles que se les dice inteligentes: televisores inteligentes, relojes inteligentes y varios objetos más de uso diario, el nuevo reto de las empresas tecnológicas es convertir en inteligente nuestra casa.
Google es una de las empresas que trabaja para hacer posible el hogar inteligente. La compañía norteamericana ha presentado una serie de patentes en las que se puede ver cómo la empresa integraría una serie de sensores en algunas partes del baño para controlar nuestra salud.
La empresas tecnológicas llevan muchos años “volviendo inteligentes” a muchos de los objetos que utilizamos habitualmente, otro claro ejemplo es el internet de las cosas, donde objetos de uso cotidiano pueden ser conectados a la red de internet para intercambiar información.
Muchos usuarios estamos ya acostumbrados a utilizar smartphones y televisores que incluyen algún sistema operativo, y últimamente empezamos a llevar los llamados wereables, o tecnología para llevar. También los electrodomésticos empiezan a ofrecer algunas funciones que los convierten en más inteligentes. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer para que tengamos casas realmente inteligentes. Si bien es cierto que la domótica es un buen comienzo, Google parece querer ir más allá.
La compañía de Mountain View ha presentado una serie de patentes que describen un baño inteligente que nos ayudará a cuidar nuestra salud. La compañía propone instalar una serie de sensores situados en diferentes partes del baño, como el asiento del inodoro, la alfombra del baño, la bañera o el espejo, para ayudarnos a tener un mayor control del seguimiento de nuestra salud.
Por ejemplo, la patente describe alfombras de baño con sensores que serían capaces de medir el ritmo cardíaco a través de patrones eléctricos del cuerpo. Otra aplicación que podemos ver en la patente presentada por Google es un espejo con cámara incorporada, la cual sería capaz de detectar cosas como variaciones de color de la piel. La patente muestra, incluso, como la compañía pretendería colocar sensores en el inodoro, los cuales serían capaces de detectar la presión arterial. También podemos ver en los dibujos que acompañan a la patente como se colocarían algunos sensores en la bañera, creando así una bañera con ultrasonidos que podría realizar ecografías. Además de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, la compañía asegura que podrían utilizarse sensores también para monitorizar el sistema nervioso, endocrino y los sistemas musculares.
La información recogida por todos estos sensores se enviaría a nuestro smartphone y desde este se podría enviar directamente a nuestro centro médico, incluso pudiendo lanzar una alerta si alguno de los datos recopilados muestra una emergencia. Google asegura que estos sensores podrían proporcionar datos mucho más valiosos que los que se pueden obtener en una consulta médica, ya que el registro se realizaría todos los días en lugar de una vez cada varios meses.
Como es lógico, que se presente una patente no quiere decir que finalmente se convierta en un producto final. Las compañías tecnológicas están desarrollando constantemente nuevas ideas, pero no todas llegan a convertirse en productos a la venta.
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