Un proyecto en el que participan la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Universidad de Alcalá (UAH) y la Autónoma de Madrid (UAM) está diseñando juguetes con sensores para que sirvan de apoyo en la detección precoz de desfases en el desarrollo de niños.
El juguete más testado, para el que ya se está tramitando una patente, es una torre de cubos. En los cubos se han instalado sensores que miden el tiempo en movimiento, la velocidad y aceleración máxima alcanzadas y las agitaciones producidas al mover los cubos cuando se hace la torre.
El análisis de estos datos, sumada a la observación (mediante la grabación de vídeos en el tiempo de juego) permite a los expertos detectar la posibilidad de que exista algún tipo de problema o dificultad motora en los niños, de acuerdo al portavoz del proyecto en la UAH, Bernardo Alarcos.
Los juguetes incorporan sensores de movimiento, presión y aceleración.
La realización de la torre de cubos se ha utilizado para observar el movimiento de los niños de entre 2 y 3 años. El resto de juguetes también se está analizando para diferentes edades.
Hay un sonajero inteligente que se utiliza para niños de 0 a 1 año, con sensores relacionados con la presión y la aceleración; otro juego, de las espigas, está prescrito para niños de 4 y 5 años, que deben ser capaces de meter palitos en un agujero.
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