Con la realidad virtual podemos ver paisajes de todos los rincones del mundo, escuchar los sonidos de todo el planeta y embarcarnos en las más inimaginables experiencias . Pero, ¿qué sabe la tecnología del aroma de un perfume, del olor de la hierba o del de la pólvora?
Una compañía japonesa ha creado VAQSO VR, un pequeño cartucho que se inserta en las gafas de realidad virtual capaz de desprender diferentes perfumes para complementar la experiencia virtual a todos los niveles. Esta interesante herramienta tiene el poder de reproducir olores como el del humo de la pistola para aquellos que estén inmersos en un juego de acción o diferentes aromas de la naturaleza si tienen como temática la fantasía.
VAQSO VR se encuentra en vías de desarrollo, pero se espera que llegue al mercado este mismo año con un total 10 olores diferentes.
La realidad virtual es capaz de crear universos diferentes y paralelos que traspasan las barreras del mundo en el que vivimos. Lo que es cierto es que si queremos disfrutar al máximo de la experiencia virtual necesitamos alejar todas las nociones que tenemos de la física, algo que no siempre resulta fácil.
Uno de los requisitos fundamentales que debe cumplir toda experiencia de realidad virtual es el de involucrar el mayor número de sentidos en ella, pues cada sentido adicional contribuye a mejorar la inmersión del sujeto en este nuevo universo.
Las experiencias olfativas tienen el poder de teletransportarnos de manera inmediata a través de la memoria a cualquier situación.
Esta novedosa tecnología desarrollada por la empresa japonesa ZAAZ VR tiene grandes aplicaciones más allá de las meramente lúdicas. Puede convertirse en una herramienta terapéutica para aquellas personas con discapacidades psicosociales como las agorafobias o visuales, ya que está demostrado que el olor tiene un efecto terapéutico.
Todavía no es posible crear olores realistas a partir de compuestos básicos, lo cierto es que bastan unos 30 aromas distintos para aromatizar cualquier experiencia.
Se espera que en un futuro todas las gafas de realidad virtual incorporen el sentido del olfato, pero utilizando para ello, en vez de cartuchos, pequeñas descargas eléctricas que actúen directamente sobre la glándula olfativa del usuario.
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